En el centro de la ciudad de Lleida, en un lugar privilegiado, se levanta el conjunto monumental de la colina de la Seu Vella. Entre sus edificios se encuentra la catedral antigua o Seu Vella, acompañada por el Castillo del Rey o Suda, la fortificación militar y los diversos restos arqueológicos que ayudan a entender el presente. 

Una colina llena con mucha carga histórica, debido a su posición y la buena comunicación en todas las direcciones, lo que ocasionó continuas ocupaciones.

La Seu Vella se define como una de las mejores producciones artísticas de la arquitectura catalana del siglo XIII y, por extensión de la arquitectura medieval europea. Es una catedral singular que no deja a nadie indiferente. Es una catedral caracterizada por su sobriedad, grandeza y espectacularidad. 

El campanario de esta antigua catedral, es toda una aventura, de sesenta metros de altura. Una escalera de caracol con doscientos treinta y ocho peldaños permite llegar a su cima. Las panorámicas únicas e irrepetibles, son la recompensa a tanto atrevimiento. 

La iglesia proyectada por Pere de Coma es de planta basilical de cruz latina con tres naves y un acusado transepto al cual se abren cinco ábsides. La puerta de la nave central, o Portal Mayor, define el modelo de portalada de la llamada Escuela de Lleida, con arquivoltas en degradación profusamente decoradas. 

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